jueves, 30 de junio de 2011

Hurt

Me sorprendí alegrándome por su tristeza, porque tal vez eso lo arrojara a mi y entonces yo tendría mi historia de amor novelesca, al darme cuenta de que sólo había sido un episodio como muchos otros y que su relación seguía, hubo una parte de mi que dio gracias, pero la más grande, sin duda, fue la que se sintió asqueada por ellos, por mi. Por todo.

Hace algunos meses de verdad consideré entrar en análisis, algo que en mi entorno no es a big deal, pero para mi si lo era, ya que es algo a lo que siempre me sentí renuente en el sentido de que me consideraba sana. Por esos días sentía que estaba perdiendo el piso y que estaba dejando que muchas cosas me afectaran porque yo misma, siempre tan positiva, había tropezado con lo mismo una y otra vez sin aprender nada.

Justo ahora, con todo lo que ha pasado en este puto año de mierda, puedo asegurar que no estoy bien. En mi mente ni siquiera entrar en análisis es una opción. Sonrío, bromeo, hablo y me río a carcajadas sin problemas, pero hay algo dentro de mi que no lo saborea, no me da calor como lo hacía antes.

Me dí cuenta cuando lo eliminé, con algo de indiferencia, que he entrado en un período oscuro.

domingo, 26 de junio de 2011

Glosa

Tal vez lo repita demasiado con la espera de que alguien lo desmienta, mientras tanto, una parte grande de mi piensa y sabe que soy una mujer fácil, no en el simplismo de acostarme con cualquiera, sino en la horrible y triste manía de siempre esperar mucho y por ello confiar en demasía.

En estos días me he vuelto aún más sentida que antes, pude ver de manera muy cruda y un tanto cruel como aún en situaciones tan penosas, la gente no deja la hipocresía, la vanidad y otras joyitas de la humanidad... eso, es como en algo tan humano como la muerte, hay personas que se olvidan por completo de su condición.

Entre otras cosas, lo que más lamento es darme cuenta de que, con tal de satisfacer algo de mis deseos, puedo hacerme jugadas que me hacen perder y es ese el sentimiento que creo que ahogará el resto de mi vida, el de siempre perder.

Me siento sola, aún más que antes, aunque sé que hay gente que quiero y que me quiere. El vacío se agranda cuando llegan personas que me significan algo bueno y me demuestran una vez más que no tengo o soy o hago o digo o escribo o no sé, el punto es que no soy lo suficiente "algo"... De pronto me da miedo, si esta es mi reacción por un abrazo, qué pasará cuando vuelva a mí la necesidad de besar, de dedicar canciones, de decir "te quiero", de tener esa compañía que no te pueden dar todos tus amigos juntos.

Lo que he hecho estos días es borrar personas, me dio un ataque de resentimiento en el que pensé, para qué tener de contacto a tantas personas que no te dirigen la palabra?, personas que aunque saben tu dolor son incapaces de mostrar un poco de afecto y comprensión, personas que sólo están haciendo bulto en la escena estacionada en que se encuentra mi vida. Me falta una persona y no sé si pueda o quiera hacerlo, me quiero aferrar al concepto que me creé de él, quiero pensar que si me ha olvidado tanto y cuando hablamos es cortante, es porque de verdad está ocupado, aunque dentro de mí sé que, si le importara hacer amistad conmigo o sintiera un poco de empatía, ya habría venido sin que yo se lo pidiera.

Estoy triste y serena ante el paisaje.

domingo, 19 de junio de 2011

Listón Negro

Sentí lo que es tener tener el corazón roto de verdad, cuando mientras la veía dormir a través del cristal, me dí cuenta de que ella nunca volvería a pronunciar mi nombre ni mirarme a los ojos.

Comprendí que, si aún antes del martes me parecía imposible volver a tener una emoción más allá del hastío, de ahora en adelante la desolación viviría en mí, dentro de mi cuerpo latente para que en cualquier momento brote y me recuerde que estoy rota, que nunca volveré a estar completa y por lo tanto, nunca volveré a ser feliz, porque ella siempre me faltará.

Me dí cuenta de que las personas cada día caducan más rápido, que hay gente que ya ni siquiera se esfuerza por encontrar las palabras, creen que te dan ánimo diciendo únicamente "no hay nada que decir"; pero siempre hay algo que decir, las personas se vuelven celosas de sus pensamientos en las pérdidas y prefieren guardar silencio, bah! el silencio imperará en mi casa de ahora en adelante, no necesito más.

Escuché llantos que jamás había oído [incluido el propio]. Por primera vez en la vida tuve la mente completamente nublada, sin palabras e imágenes, sólo mi oído registrando sollozos a lo lejos. Aprendí que las personas que dicen que están contigo, si de verdad lo quieren, pueden hacer presencia más allá de la física, también sentí el dolor de recibir palabras de compromiso, sin ningún significado y sólo con la intención de no parecer indiferente.

Hay días en los que he reído a carcajadas y platicado de frivolidades; el costo es elevado cuando me sitúo en tierra de nuevo, pero igual, de nuevo vuelo con ese terrible sentimiento que me aborda y me dice que la volveré a ver, que me volverá a hablar, que me quitará mi mano diciendo que está muy caliente y nos sentaremos a ver televisión.

Mi mamá siempre me dio lecciones de la forma más inusual posible, con su partida me ha dado la más grande, que es esperanzadora y desoladora a la vez: es que la certeza de los sentimientos casi siempre viene después de una pérdida, me dí cuenta de lo importante, lo significante que ella era para mi cuándo vi su cuerpo ahí, a través del cristal

domingo, 5 de junio de 2011

No Te Salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

M. Benedetti




Cualquier hombre que no entienda el significado de esto, sabré que no es el indicado para amar ni dejar que me ame.

jueves, 2 de junio de 2011

Vida Real

Yo que fuí educada casi por completo por la televisión, ante cualquier momento donde me quedo sin palabras, viene a mi una línea de algún personaje que llega a escandir mis pensamientos.


Últimamente me ha venido mucho a la mente una escena de la famosa serie Ally Mcbeal:


Está nuestra heroína preguntándole a un jovenzuelo el porqué se relacionó con una mujer mucho más grande que él. Él le relata de la primera vez que la vio, estaba en un restaurant comiendo sola, él atendía su mesa... "Ya sabes de esa idea que tienen la mayoría de las personas de encontrar al amor de su vida y ser felices para siempre? Pues ella tenía esa mirada... en sus ojos pude ver que ella sabía perfectamente que nunca sería el amor de la vida de nadie..."


Esta escena ha rondado mi mente los últimos días, tendré esa mirada ya? Alguien la notará y será el motivo por el que se enamore de mi? O tal vez esa persona estúpidamente optimista no ha muerto en mi y aún sueña, muy poco y en silencio con que algún día sentiré todo eso que he anhelado.


No lo sé, a veces le creo más a Juan Gabriel, a veces siento que nadie nació para mi...

miércoles, 1 de junio de 2011

iT

Esperaba el bus como siempre, de pie en el mismo lugar que todos los días que lo debe hacer, ya hay personas que reconoce con la mirada: la señora que vende dulces, el señor que debe pasar con su bici y que siempre debe pedir permiso, una y otra vez para que le hagan espacio. El hastío en la miradas, el coqueteo en los ademanes, todo siempre pasa.


Sube al autobus y cuando está por elegir un asiento una mancha roja llama su atención al fondo del pasillo, es un payaso con sombrero de charro, zapatos enormes color verde y esa gran nariz en medio del rostro que enmarca la sonrisa perturbadora que le dirige. Ella siente escalofríos y toma el asiento más lejano a ese hombre.


Acomodada intenta calmarse, respira hondo, cierra los ojos y se concentra en la melodía que sus audífonos le regalan. Cuando los abre, el hombre se ha sentado en frente de ella y la está mirando de nuevo, con esa sonrisa enorme en los labios, ella ahoga un grito y lo mira aterrorizada. El payaso le pregunta: Qué quieres?, y con aún más sorpresa para ella, con el tono má calmado e indiferente le responde: "ir a casa".


El payaso ahora se pone serio, pero la mirada sigue fija en la de ella y vuelve a preguntar -Qué quieres?- Ella mantiene la postura y ahora dice -dormir...-. El payaso ahora recorre su cuerpo con sus ojos, ella no entiende como sigue teniendo esa "coversación" con él y sobre todo, como la gente al rededor no muestra interés, cómo se ha borrado por completo de ese lugar que, pasara lo que pasara, nadie lo notaría. El payaso sigue preguntando con la misma sonrisa de antes.


Ella ya ha respondido todo lo que le venía la mente: agua, un helado, unos zapatos, la bolsa que vió el otro día, más tiempo, una voz femenina, el peso ideal, buen sexo casi todos los días, un poco de fortuna, una mesa de queso, un trago de Moet, que la deje en paz, la vida loca... y justo cuando se debe parar porque ha llegado a su destino, el payaso se pone de pie de frente a ella, con un ademán rápido se acerca a su oído, mientras siente como el frío recorre su cuerpo de la cabeza a los pies de nuevo; ella contiene su respiración y él le hace esa tormentosa pregunta de nuevo: -Pixie, qué quieres?

-Él, lo quiero a él...