martes, 1 de abril de 2014

Ch-ch-changes

Cuando estaba estudiando la carrera, nunca, y lo digo con toda honestidad, nunca pensé en sí podría vivir de eso. Obviamente en la facultad estaba rodeada de personas exitosas, psicólogos reconocidos o que por lo menos podían vivir de ello, y supongo que por esa situación nunca me preocupé demasiado por terminar la carrera, titularme y, no sé, comer y vivir. 

Por ciertas cuestiones decidí flojear el año siguiente de terminar la carrera. Me tomé mi tiempo para hacer mis memorias y realizar el proceso de titulación que ya trae consigo mucho tiempo muerto; así que cuando me tocó empezar a enviar cv's y casi nunca recibir respuestas, entré en pánico, sobretodo porque de lo único que hay chamba en la web, periódicos y demás medios, es de reclutadores o asistentes de Recursos Humanos.

Una vez, cada seis meses sale alguna publicación para psicólogos educativos, sociales y una cada 8 para psicólogos clínicos. A pesar de ser una carrera con un amplio espectro de trabajo, las oportunidades para desempeñarte con la seguridad que ofrece un sueldo fijo se minimizan gracias al nepotismo que hay en las instituciones dónde podrías hacerlo, y fue ahí dónde me puse loca, yo no tengo ninguna conexión con gente "del medio". No me malinterpreten, si tuviera conexiones las usaría sin pensarlo, no juzgo a mis compañeros que trabajan gracias a que sus papás, tíos, amigos o lo que sea , ya se han (o les han) hecho un lugar en nuestro terreno, los envidio y ojalá lean esto para que me ayuden.

Pero bueno, el punto es que con mucho trabajo para psicólogos laborales y nada para psicólogos clínicos, decidí entrar en dónde sea que me aceptaran, lo que yo quería era empezar a hacer algo y seguir aprendiendo para ser una mejor psicóloga, más allá de la clínica. Y entonces descubrí que siempre sí tenía una conexión y entré a trabajar a una empresa de telecomunicaciones de asistente de RH.

Fue horrible.

En serio.

Me tocó encargarme de la capacitación de los nuevos empleados. No es un puesto que requiera muchas neuronas, sinceramente. Lo que sí necesita es un temple de acero para conseguir que la gente, cuya obligación es ayudarte, te ayude y tener la suficiente paciencia para explicar 6 horas de diapositivas de Power Point mientras ves dormir a la mitad de tu auditorio, además del inútil papeleo que tienes que hacer después para validar esa capacitación que diste.

Aprendí un poco de lo demás que implica ser parte de "Recursos Humanos" y creo que esa parte fue la que hizo morir algo en mí. La cosa es que, cómo lo escribí antes, uno trabaja para la empresa en primer lugar y, aunque RH implique que estás para ayudar a los trabajadores, lo primero y a veces único importante es cuidar los intereses de la empresa y eso no siempre tiene que ver con el bienestar de los trabajadores. 

Aprendí mucho en realidad y estoy agradecida con mi amiga y las personas que no hicieron taaaan horrible estar ahí. Pero eso no alcanzaba a justificar lo infeliz que me sentí ahí. Es cierto, nunca pensé en vivir de ser psicóloga clínica, pero había esta cosa en mí que me gritaba que éste no era el camino y que debía hacer algo distinto ya, así que lo hice: dije que sí a la primer oportunidad para huir de ahí a pesar de temblar de terror por ser algo que, igualmente, no es lo que yo quiero hacer, pero en cierta forma se acerca un poco más.

Y llevo dos días trabajando cómo asistente educativo en una guardería. Estoy muerta.

Pero un poco feliz.