domingo, 21 de octubre de 2012

No Me Olvido

Fue en una tarde de las vacaciones de Semana Santa cuando empezamos a hablar, platicábamos hasta la madrugada las primeras veces, en las últimas había más cansancio y confianza y por eso apenas cruzábamos un par de frases, casi se iba a cumplir un año de aquellas primeras pláticas... o tal vez sí se cumplió.

La playera negra de cuello redondo, jeans azules ajustados, zapatos de Homero Simpson, audífonos en el cuello grises, calcetines verdes.

El gusto por las H2Oh! de 7Up y el primer beso de despedida en la puerta de mi casa.

Un mensaje seguido de una llamada en una noche de mayo.

Una ducha a mitad de la noche.

La mañana fría en la Alameda, el temblor en la voz y las piernas, un beso entre lágrimas.

La espera de más de una hora con el frío de compañía y el beso que la premió.

La familiaridad, las sonrisas, el cansancio.

Dormir abrazados. El  Te Quiero que dije sin recibir (ni esperar) respuesta.

El desayuno en la Central que se antojaba para convertirse en costumbre.

El último beso, su espalda alejándose y la sonrisa que duró el trayecto de vuelta a casa.








Aunque a veces sí quisiera hacerlo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mí no hubo sonrisa al aljarnos...

Pixie dijo...

Para mí en ese momento sí hubo, porque creía que pronto lo volvería a ver.