lunes, 26 de septiembre de 2011

Sueño

La vi sentada mientras se comía una ciruela, la vi y yo estaba consciente de que sólo en un sueño la volvería a ver, mi corazón palpitaba fuerte mientras me acercaba y ella me volteaba a ver con ese aire de extrañeza que siempre me lanzaba en vida cuando hacía algo fuera de lo común. Sabía perfectamente que era un sueño y que me acercaba a un fantasma, lo sabía pero no dejaba de mirarla mientras daba cada paso con el corazón a punto de salirme del pecho y ella me volteaba a ver cada vez más extrañada. Entonces acerqué mi mano a su hombro. Sentí la suavidad de su vestimenta, un poquito de calor, sonreí y me apresuré a abrazarla y darle uno de esos besos tronados que siempre le daba y le molestaban por empalagosos, ella me respondió como siempre.

Te extraño, le dije en mi mente, mientras mis ojos se abrían al despertar.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Sometimes

Leí este post y Beto tiene tooooooooooooooooodos los dedos llenos de razón, el punto es que alguien se vuelve un patán [y su equivalente en mujer] cuando FINGEN interés en alguien para coger.

No quiero justificar ni defender nada, mi punto es que, cuando alguien le habla bonito a otra persona sabiendo que puede dar a entender sentimientos "amorosos" y lo hace con el afán de conseguir algo, no sólo sexo, uno no puede culpar del todo al que se siente timado y abusado por haber creado expectativas.

Jeje, me da risa lo concernida que me sentí con respecto a ese relato, la pedradota que me cayó encima... meh, total, sólo yo me acuerdo de esas noches.

Incertidumbre

Tal vez sea que estoy viendo ese concierto viejísimo de Juan Gabriel en la tv, o que por primera vez tengo mucho que perder y tanto miedo de ganar...Podría ser eso? Que estoy tan acostumbrada a no conseguir lo que quiero que, cuando lo tengo, no lo puedo creer y mi inconsciente me atormenta pensando que todo es una trampa??!!!

Me choca ser de las mujeres que piden libertad de los hombres y yo no la tengo, no quiero ser pesimista, lo deseo tanto!!!! Dios, maldita sea, dime que fuck va a pasar!!!!!! Que alguien me dé luz verde, que alguien me regrese a mi mamá... todo era más fácil con ella esperándome.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Todo Y Nada

"Mi vida cambió por completo hace dos meses y medio" sería una buena forma de comenzar el relato de lo que ha sido mi andar desde ese tiempo a ahora, la verdad es que casi nada ha cambiado: la misma carrera demandante, los mismos amigos, la misma casa, el mismo cuarto; lo que ha cambiado es que ahora en vez de hablar con alguien sobre mi día, le platico mis impresiones a una foto rodeada de flores y una vela, en esa foto ella me sonríe, pero no se siente igual, no es esa sonrisa sincera que me regalaba cada vez que yo decía alguna tontería, esa foto que no me puede decir nada.

Y la verdad es que tampoco tengo mucho que decir, podría quejarme de la gente que me mira con lástima y sólo quiere que le platique de mi dolor o de los amigos que han sido más condescendientes e indulgentes que nunca. Podría escribir sobre los días que me suelto a llorar desesperadamente sin poder controlarme o de que, por ejemplo hoy, descubrí que comer en uno de mis restaurantes favoritos ya no me agrada tanto, porque entendí que era mi favorito porque lo visitaba con ella. Quisiera tener el valor de vivir mi dolor pero no puedo, irónicamente, al mismo tiempo que perdí lo mejor de mi, gané en situaciones en las que ya me había dado por vencida, ahora me doy el lujo de creer en algún poder y creo que en ella cómo un santo que me lo mandó, porque sabía que yo solita me estaría hundiendo.

Lo mejor y/o peor de todo esto, es la forma en la que he tenido que aprender y comprender cosas que en su momento no pude. Lo más relevante es el "rompimiento" de principios de año, el protagonista de ese amor frustrado de mi lista. En algún momento, cuándo él tuvo su pérdida, recuerdo que mi deseo más grande era hacerlo sentirse mejor, yo quería que no se sintiera solo, que supiera que yo estaría para él en cualquier momento y para cualquier cosa, que pensara en su futuro, en que aún quedaban cosas buenas porque finalmente, su papá ya no estaba sufriendo y eso, bien que mal, es algo que agradecer.

Error. La noche que colmé su paciencia me dijo una frase que me marcaría y perseguiría hasta hoy "no tomes mi sufrimiento como si fuera un síntoma pasajero", recuerdo que esa noche lloré por sentir que lo acosé con lo que yo pensaba que eran las palabras correctas para esa situación. Hoy que me toca a mi vivir mi duelo, puedo entender un poco a lo que se refería con esa frase, a veces aunque sepas que no todo está tan mal, uno no puede dejar de sentirse roto, incompleto; hay días en que me siento culpable por reír o por olvidar por minutos que al llegar a casa no hay nadie esperándome, hay días en que sólo te quieres sumergir en miseria y sólo sentir dolor y, aunque sabes que todo va a estar bien, no quieres pensar siquiera en el minuto siguiente, mucho menos en el futuro, cuando lo fresco se quite.

Creo que la diferencia entre él y yo, radica en que, la persona que puso el interés [como yo lo había puesto en él] en mí fue un alivio. Me dejé llevar, confié, hablé, compartí todo y nada; cuando me dí cuenta ya estaba mordiéndome el labio para resistirme a decirle que lo amaba y en días siguientes, pude decírselo en respuesta a su amor. Hasta ahora puedo entender que, tal vez no es que yo dijera o hiciera las cosas mal con F. [que igual puede ser el caso], es que yo no era la persona de quien él esperaba tanta atención...

He estado pensando en él en estos días, habré sido tan importante en su vida como él lo es en la mía? Seguro que no, pero para mi es bueno recordarlo, a veces con sonrisas otras con cierto resentimiento, pero pienso que sin él, yo no amaría como amo ahora, no tendría esta lucesita que no me abandona. No tendría valor para continuar mi camino, como espero y sé en mi corazón, que él ha seguido con el suyo, y por eso hoy me siento bien.

Estas son las últimas palabras para tu recuerdo. Gracias F.

jueves, 30 de junio de 2011

Hurt

Me sorprendí alegrándome por su tristeza, porque tal vez eso lo arrojara a mi y entonces yo tendría mi historia de amor novelesca, al darme cuenta de que sólo había sido un episodio como muchos otros y que su relación seguía, hubo una parte de mi que dio gracias, pero la más grande, sin duda, fue la que se sintió asqueada por ellos, por mi. Por todo.

Hace algunos meses de verdad consideré entrar en análisis, algo que en mi entorno no es a big deal, pero para mi si lo era, ya que es algo a lo que siempre me sentí renuente en el sentido de que me consideraba sana. Por esos días sentía que estaba perdiendo el piso y que estaba dejando que muchas cosas me afectaran porque yo misma, siempre tan positiva, había tropezado con lo mismo una y otra vez sin aprender nada.

Justo ahora, con todo lo que ha pasado en este puto año de mierda, puedo asegurar que no estoy bien. En mi mente ni siquiera entrar en análisis es una opción. Sonrío, bromeo, hablo y me río a carcajadas sin problemas, pero hay algo dentro de mi que no lo saborea, no me da calor como lo hacía antes.

Me dí cuenta cuando lo eliminé, con algo de indiferencia, que he entrado en un período oscuro.

domingo, 26 de junio de 2011

Glosa

Tal vez lo repita demasiado con la espera de que alguien lo desmienta, mientras tanto, una parte grande de mi piensa y sabe que soy una mujer fácil, no en el simplismo de acostarme con cualquiera, sino en la horrible y triste manía de siempre esperar mucho y por ello confiar en demasía.

En estos días me he vuelto aún más sentida que antes, pude ver de manera muy cruda y un tanto cruel como aún en situaciones tan penosas, la gente no deja la hipocresía, la vanidad y otras joyitas de la humanidad... eso, es como en algo tan humano como la muerte, hay personas que se olvidan por completo de su condición.

Entre otras cosas, lo que más lamento es darme cuenta de que, con tal de satisfacer algo de mis deseos, puedo hacerme jugadas que me hacen perder y es ese el sentimiento que creo que ahogará el resto de mi vida, el de siempre perder.

Me siento sola, aún más que antes, aunque sé que hay gente que quiero y que me quiere. El vacío se agranda cuando llegan personas que me significan algo bueno y me demuestran una vez más que no tengo o soy o hago o digo o escribo o no sé, el punto es que no soy lo suficiente "algo"... De pronto me da miedo, si esta es mi reacción por un abrazo, qué pasará cuando vuelva a mí la necesidad de besar, de dedicar canciones, de decir "te quiero", de tener esa compañía que no te pueden dar todos tus amigos juntos.

Lo que he hecho estos días es borrar personas, me dio un ataque de resentimiento en el que pensé, para qué tener de contacto a tantas personas que no te dirigen la palabra?, personas que aunque saben tu dolor son incapaces de mostrar un poco de afecto y comprensión, personas que sólo están haciendo bulto en la escena estacionada en que se encuentra mi vida. Me falta una persona y no sé si pueda o quiera hacerlo, me quiero aferrar al concepto que me creé de él, quiero pensar que si me ha olvidado tanto y cuando hablamos es cortante, es porque de verdad está ocupado, aunque dentro de mí sé que, si le importara hacer amistad conmigo o sintiera un poco de empatía, ya habría venido sin que yo se lo pidiera.

Estoy triste y serena ante el paisaje.

domingo, 19 de junio de 2011

Listón Negro

Sentí lo que es tener tener el corazón roto de verdad, cuando mientras la veía dormir a través del cristal, me dí cuenta de que ella nunca volvería a pronunciar mi nombre ni mirarme a los ojos.

Comprendí que, si aún antes del martes me parecía imposible volver a tener una emoción más allá del hastío, de ahora en adelante la desolación viviría en mí, dentro de mi cuerpo latente para que en cualquier momento brote y me recuerde que estoy rota, que nunca volveré a estar completa y por lo tanto, nunca volveré a ser feliz, porque ella siempre me faltará.

Me dí cuenta de que las personas cada día caducan más rápido, que hay gente que ya ni siquiera se esfuerza por encontrar las palabras, creen que te dan ánimo diciendo únicamente "no hay nada que decir"; pero siempre hay algo que decir, las personas se vuelven celosas de sus pensamientos en las pérdidas y prefieren guardar silencio, bah! el silencio imperará en mi casa de ahora en adelante, no necesito más.

Escuché llantos que jamás había oído [incluido el propio]. Por primera vez en la vida tuve la mente completamente nublada, sin palabras e imágenes, sólo mi oído registrando sollozos a lo lejos. Aprendí que las personas que dicen que están contigo, si de verdad lo quieren, pueden hacer presencia más allá de la física, también sentí el dolor de recibir palabras de compromiso, sin ningún significado y sólo con la intención de no parecer indiferente.

Hay días en los que he reído a carcajadas y platicado de frivolidades; el costo es elevado cuando me sitúo en tierra de nuevo, pero igual, de nuevo vuelo con ese terrible sentimiento que me aborda y me dice que la volveré a ver, que me volverá a hablar, que me quitará mi mano diciendo que está muy caliente y nos sentaremos a ver televisión.

Mi mamá siempre me dio lecciones de la forma más inusual posible, con su partida me ha dado la más grande, que es esperanzadora y desoladora a la vez: es que la certeza de los sentimientos casi siempre viene después de una pérdida, me dí cuenta de lo importante, lo significante que ella era para mi cuándo vi su cuerpo ahí, a través del cristal

domingo, 5 de junio de 2011

No Te Salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

M. Benedetti




Cualquier hombre que no entienda el significado de esto, sabré que no es el indicado para amar ni dejar que me ame.

jueves, 2 de junio de 2011

Vida Real

Yo que fuí educada casi por completo por la televisión, ante cualquier momento donde me quedo sin palabras, viene a mi una línea de algún personaje que llega a escandir mis pensamientos.


Últimamente me ha venido mucho a la mente una escena de la famosa serie Ally Mcbeal:


Está nuestra heroína preguntándole a un jovenzuelo el porqué se relacionó con una mujer mucho más grande que él. Él le relata de la primera vez que la vio, estaba en un restaurant comiendo sola, él atendía su mesa... "Ya sabes de esa idea que tienen la mayoría de las personas de encontrar al amor de su vida y ser felices para siempre? Pues ella tenía esa mirada... en sus ojos pude ver que ella sabía perfectamente que nunca sería el amor de la vida de nadie..."


Esta escena ha rondado mi mente los últimos días, tendré esa mirada ya? Alguien la notará y será el motivo por el que se enamore de mi? O tal vez esa persona estúpidamente optimista no ha muerto en mi y aún sueña, muy poco y en silencio con que algún día sentiré todo eso que he anhelado.


No lo sé, a veces le creo más a Juan Gabriel, a veces siento que nadie nació para mi...

miércoles, 1 de junio de 2011

iT

Esperaba el bus como siempre, de pie en el mismo lugar que todos los días que lo debe hacer, ya hay personas que reconoce con la mirada: la señora que vende dulces, el señor que debe pasar con su bici y que siempre debe pedir permiso, una y otra vez para que le hagan espacio. El hastío en la miradas, el coqueteo en los ademanes, todo siempre pasa.


Sube al autobus y cuando está por elegir un asiento una mancha roja llama su atención al fondo del pasillo, es un payaso con sombrero de charro, zapatos enormes color verde y esa gran nariz en medio del rostro que enmarca la sonrisa perturbadora que le dirige. Ella siente escalofríos y toma el asiento más lejano a ese hombre.


Acomodada intenta calmarse, respira hondo, cierra los ojos y se concentra en la melodía que sus audífonos le regalan. Cuando los abre, el hombre se ha sentado en frente de ella y la está mirando de nuevo, con esa sonrisa enorme en los labios, ella ahoga un grito y lo mira aterrorizada. El payaso le pregunta: Qué quieres?, y con aún más sorpresa para ella, con el tono má calmado e indiferente le responde: "ir a casa".


El payaso ahora se pone serio, pero la mirada sigue fija en la de ella y vuelve a preguntar -Qué quieres?- Ella mantiene la postura y ahora dice -dormir...-. El payaso ahora recorre su cuerpo con sus ojos, ella no entiende como sigue teniendo esa "coversación" con él y sobre todo, como la gente al rededor no muestra interés, cómo se ha borrado por completo de ese lugar que, pasara lo que pasara, nadie lo notaría. El payaso sigue preguntando con la misma sonrisa de antes.


Ella ya ha respondido todo lo que le venía la mente: agua, un helado, unos zapatos, la bolsa que vió el otro día, más tiempo, una voz femenina, el peso ideal, buen sexo casi todos los días, un poco de fortuna, una mesa de queso, un trago de Moet, que la deje en paz, la vida loca... y justo cuando se debe parar porque ha llegado a su destino, el payaso se pone de pie de frente a ella, con un ademán rápido se acerca a su oído, mientras siente como el frío recorre su cuerpo de la cabeza a los pies de nuevo; ella contiene su respiración y él le hace esa tormentosa pregunta de nuevo: -Pixie, qué quieres?

-Él, lo quiero a él...

lunes, 30 de mayo de 2011

Dirty Talk

La primera vez que hablé de sentimientos abiertamente, sin maquillar el temor o la apatía, ni las ganas, ni las fantasías, fue con -él- y fue en la cama de un hotelucho.


Desde ese momento mi perspectiva sobre el sexo se reconfiguró en muchos sentidos, el más importante, creo, tiene que ver con la exposición. A muchas personas no les gusta hablar, bañados en sudor y otras sustancias y tratando de recuperar el aliento lo dificulta aun más. Con él comprendí que los hombres que disfrutan del sexo lo hacen con medida, no se exigen más que el puro placer, sin contar las veces ni las posiciones.


Por ello, no escatiman en besos ni caricias, besos y caricias que también sirven y aplican para charlar para recuperarse. De qué tema? No importa!!! Lo más bello es que puedes hablar de todo y sincerarte por completo, puedes decir que aún amas/extrañas/odias a alguien, puedes hablar de los planes a futuro, de tu niñez, de tus amigos, tu hogar, el trabajo... En esa primera hora de charla, desnudos en una cama individual, aprendí de él más que en todo el año que llevabámos conociédonos.


Será tal vez el cansancio que te impide activar tus escudos, yo creo que va de la mano con la libertad que provoca el sexo, aun cuando lo hayas hecho en la cama de tus papás [uhh, kinky!!]... no lo sé, no importa!! Vivo por esas charlas... un caballero, siempre se dará el lujo de hablar...

domingo, 29 de mayo de 2011

Broken Heart

*Dedicado al chico que quiere volverse egoísta y mandar todo al demonio*


Nunca he conocido al alguien que no quiera más amor en sus vidas, yo siempre me pongo en la cima de la lista que necesitan donaciones de besos y cariños.


Haber sido rechazada tantas veces me ha brindado una gama de experiencias que poco sirven para poder entablar una relación, si lo hacen cuando se trata del entendimiento y la profundidad que es necesaria para toda lectura de la realidad.


Creo que ser correspondido no tiene en sí nada que ver con nosotros, uno puede poner el interés y el empeño, pero en ese cortejo, no importa cuanto inviertas, si la persona te quiere lo hará así muestres las mejores cualidades del mundo, así seas la persona más ruín y miserable, en el amor estos caracteres carecen de valor y sentido, hay algo más allá de la conciencia que nos limita para amar o para ser amados.


Lo dificil está en entender que hay cosas que son imposibles de controlar, que aún esforzandote por ser esa persona que venga a su mente cuando esté en apuros o desborde alegría, los sentmientos que florecen están fuera del control de todo ser humano, nada te salva de romper un par de corazones en la vida y, sobretodo, nada te salva de exponer el tuyo como saco de box, lo importante es, no cerrar los ojos nunca, a veces, el amor se crea a traves de la mirada, otras veces las letras son las que sirven de trasporte de los nuevos sueños.


Un hombre vale la pena cuando, aún lleno de curitas y puntos, habla con su corazón en la mano y no se deslinda de lo que, precisamente, es ser un hombre.

jueves, 19 de mayo de 2011

""

- Oye Camila, ya estás grande, verdad?
- Noooo!! Estoy chiquita!!!
- No es cierto, ya estás grandota, ya vas a ir al kinder!!
- Siii!!!! Y voy a jugar y voy a ser muy fuerte como mi papi...
- Oye, cuando seas grande, vas a ser como tu tía Vivis, verdad?
- Mmmm no, no quiero ser como mi tía Vivis!!
- Entonces, a quién te vas a parecer?!
- Cuando sea grande voy a ser como mi tía Pixie!!!! Bueno... espero ser como mi tía Pixie...

Es lo más bello que he escuchado en toda la vida.

domingo, 15 de mayo de 2011

The Holiday

La historia de mi vida:






Una y otra y otra y otra y otra vez...

Eso me pasa por ser tan más pinche fácil e ingenua.

viernes, 13 de mayo de 2011

Necesito Un Amuleto

Las supersticiones comunes me parecen una tontería, cómo un lindo gatito negro te podría dar mala suerte? No las entiendo ni me interesa hacerlo, cada quien tendrá un motivo para creer en eso. Sin embargo, por muy curioso que sea en una persona con mi formación psicológica-psicoanalista, con el tiempo me he hecho de ciertas creencias que se van arraigando a mi cada vez más.

La más significativa tiene que ver con los planes, lo que siento, lo que pienso. Un buen día me dí cuenta que la primera vez que no canté victoria, el gusto por eso me duró muchisísimo. En adelante empecé a ser más reservada con mis sentimientos y los planes con ciertas personas; me costaba mucho trabajo callarme la felicidad inmensa que me provocaba la expectativa de algo increíble, aún así lo hacía y en esas ocasiones me incrusté más esta dinámica de reservarme mi felicidad sólo para mi, para que esos momentos de desolación disminuyeran en medida de lo posible.

Sin embargo, como dicta la Ley de Murphy, no me duró mucho tiempo y la estabilidad se me fue acabando aún cuando permaneciera callada. Con mis últimas experiencias con hombres me he dado cuenta de que nada depende de mi, nada.

Que puedo mostrar toda la disposición para pasarla bien o para prometernos todo lo que dure y aún así, por más que me encariñe con alguien, nada me asegura que esa persona me corresponderá justo como espero o a veces, hasta merezco.

Y es que se me hace horrible que, si me siento muy contenta por haber conocido a alguien especial, no lo pueda compartir con alguien por temor a que se acabe, por eso hace un par de semanas le hablé de él a mi amiga y se sintió bien...

Pero como la vida es una perra, en los días siguientes disminuyó el contacto y hoy creo que se ha acabado la magia. Empiezo a pensar que el amor me da mala suerte.

domingo, 1 de mayo de 2011

Cerveza Oscura

Hace un año te vi sentado con cierto aire de impaciencia en el rostro: tus anteojos, los audífonos al rededor del cuello, la playera de Muse del concierto que habían dado hace unas semanas, los zapatos negros y los jeans claros. Fue la primera vez que no sentí temor por lo que pasaría, te vi ahí y de inmediato supe que eres bueno, que no me causarías dolor deliberadamente; fue el abrazo inesperado que me diste al saludarme, tan fuerte, tan tierno, tan tú [después lo comprendí] que me lo confirmó.

Quería hacerte reír haciendo observaciones absurdas, sé que notaste mi nerviosismo y aún así tu mirada no se apartó de mi, después sería nuestra charla que nunca se alejó de tu amigo, un par de confesiones, nada serio.

Para cuando llegamos al café ya tenía en mente donde quería terminar, quería probarte pero mantuve la reserva hasta que tú dieras el primer paso, ese primer beso que se presta para continuar charlando o pedir la cuenta; tú te levantaste decidido y con una sonrisa te acercaste a mis labios, tan varonil y a la vez tan frágil y tan rápido que no me pude aguantar con sólo eso y te acerqué de nuevo para probarte, después me dirías que con mi lengua buscando la tuya sabías que querías tomarme.

Hasta que charlamos en el barecito fue que sentí que teníamos algo en común, no porque en algo pensáramos igual, sino porque ambos teníamos una idea clara de lo que queríamos que pasara en las horas siguientes, de nuevo, tu mano en mi pierna y esa mirada tuya me lo confirmarían...

Lo demás no necesita detalles, para ahorrarme líneas escribiré que derrochamos besos y caricias, la mayoría torpes, pero llenos de deseo, de entusiasmo, de picardía. La mejor charla que he tenido en mi vida, la mantuve contigo en esa cama medio desnudos, cuando me dijiste que aún la amabas y nos burlamos de nuestros nombres de telenovela, cuando me hablaste de tu padre y noté tu admiración por él. Fue en ese momento donde tuve una epifanía de que no quería que ese momento acabara, que tú y yo éramos perfectos así, abrazados en una cama individual hablando de todo y nada, ahí, pensando que podíamos jugar a querernos a medias y a las posibilidades, ahí, mientras abría la ventana para dejar escapar un poco de nuestro calor y tú te dirigías a mi llamándome "amor".

En ese abrazo que me sorprendió mientras revisaba las llamadas y la posibilidad de pasar la noche juntos, de volver la semana entrante y acordar visitarme en mi cumpleaños, fue ese día que me dio a conocer una felicidad diferente, que en algún momento me hizo sentir completa. Quería guardármelo y al mismo tiempo gritarlo mil veces.

Te conocí hace un año y yo quería hacer este recuento contigo, porque solamente tú lo entenderías.

sábado, 16 de abril de 2011

Cruda Moral

Extraña sensación, debería sentirme orgullosa de este frenesí de emociones? Tal vez no debería... o quizá si, son sentimientos finalmente sentimientos diferentes a los que me han abordado en los últimos meses.

Hombre a fin de cuentas, de esos chicos sencillos que disfrutan con imágenes y que creen en las personas, tan cercano a lo profundo y aún así divirtiéndose en lo superfluo. Escribe su risa, sabes que encuentras a un buen hombre cuando se toma el tiempo en especificar las manifestaciones de su cuerpo, no es lo mismo reir "jajaja" que "jejeje"; él parece entender esa diferencia.

Un par de coqueteos, nada distinto a lo habitual, es hasta que ve una foto que no le gusta que empieza a dejar distancia; yo me doy el lujo de juzgarlo, qué esperaba de una red social?! Me decepciono de nuevo, soy "demasiado", lo sé.

Luego regresa[mos], y hacemos un contrato, desconfío de sus ideas, pero yo también lo necesito y por eso acepto, se ha establecido un día y una hora, nada fuera de lo común.

En los días siguientes apenas hablamos, no se ha tomado la confianza de preguntarme mis apellidos, mucho menos de mi flor favorita, mi bebida refrescante o de como prefiero los huevos en la mañana [estrellados, por si a alguien le interesa]; sólo manifiesta su interés una noche antes de la fecha establecida, nos confirmo que sigo con el plan y así la mañana del lunes ha llegado.

He hecho la rutina para estas ocasiones: cabello planchado, lencería de encaje oscura, tacones altos, perfume y en la carterita, lubricante y condones. Llego a su casa, me ha hablado de él tratando de convencerme de su buena salud y costumbres, no le pongo mucha atención, sólo pienso en que su cuarto huele igual que -él-, sonrío con melancolía y regreso a la conversación con una risa pícara, que le demuestre que no tengo mucho interés en hablar, no así, no ahora.

Apaga la luz, cierra la puerta y se acerca a besarme, lo respondo, hasta ese momento es que he sentido deseo de él. Me gusta como lo hace, nuestras lenguas juegan, muerdo sus labios, nos acariciamos, el ritmo aumenta, la respiración, la ropa vuela, se quita los anteojos, en algún momento siento que ha durado mucho y me gusta. Hace calor, estamos mojados en el sudor del otro, no importa, ahora uso mi lengua, pienso en -él- de nuevo: me decía que era lo que más le gustaba, ahora miro a mi compañero, no puedo leer su expresión, no me pide que lo mire y eso me da desconfianza... Otra posición de nuevo, lo disfruto más, me dejo llevar por completo, el vaivén sigue, el sudor, el aire caliente, su respiración cerca de mi oído, la humedad los gemidos, las peticiones, el calor recorriendo el cuerpo, los jadeos, los gritos, la explosión...

Lo vuelvo a mirar, me pregunta si quiero tomar una ducha, acepto; mientras estoy debajo de la regadera entra, pienso que quiere seguir aquí, me responde diciéndome que me deja una toalla y sale. De nuevo en su cuarto, hablamos de música, me muestra su libro favorito, detrás de sus anteojos puedo ver esa mirada, la entiendo y la comparto. Ambos tenemos el corazón roto; pero nadie habla de eso, recuerdo que tiene clases a las 2 y no muestra interés en caminar juntos, lo entiendo, yo tampoco quiero.

En la puerta nos despedimos como los extraños que somos. En el camino pienso en él, las cosas que tienen en común, lo que me gustó más, lo que dolió menos... Pienso que aún menos cosas tenemos en común, que ni siquiera nos vemos con deseo o ansia, no me gusta, hay algo en él que me desconcierta o tal vez sea mi corazón que late más lento cuando lo ve; pero lo quiero cerca, quiero sus manos recorriéndome, su lengua en mi boca, mis piernas abrazadas a su cintura, lo deseo, por la posibilidad que representa o tal vez es que necesito algo de atención...

Confío en que algún día encontraré a un chico de anteojos que no me rompa el corazón.

martes, 12 de abril de 2011

Crónica

Me enamoré de él en el momento en que me dijo que no podríamos ser más que amigos, con derechos muy limitados, pero amigos a fin de cuentas. Fue como me miraba, sus palabras, el recuerdo que lo sostenía, lo sentí libre, lo sentí comprometido con su causa de ser un hombre, en toda la extensión de la palabra; me enamoré de él justo porque fue el primer hombre en mi vida que al hacer algo por él, pensaba también en mi, "hace falta química" me dijo, ninguno de los dos nos dimos cuenta de que el me tenía, sin conocerlo, sin acordarme de su segundo apellido, sin tener algo bueno en común.

Aquella mañana también fue incónica porque sin poder contenerme lloré frente a él, nunca lo había hecho, nunca me habían cortado antes de empezar una relación!! Pero me sentí satisfecha, desde entonces me permití sentir lo que fuera, celos, angustia, esperanza, fe, deseo, cualquier cosa, porque lo quería [quiero], mi único límite siempre fue en no forzar nada, me propuse hacer que esto durara lo más posible, que aprendiéramos juntos, que compartiéramos cosas, hacer que muchas noches fuera mío solamente, aunque el resto de la semana fuera de alguien más.

Después de esa mañana sólo lo volví a ver una vez, que fue la noche perfecta. Esa vez me dí el lujo de jugar un poco más, de no reprimir el deseo de un abrazo o de un beso, de decirle "te quiero" mientras estaba dormido, aquella mañana regresé a casa satisfecha, de ambos, pensé que lo que teníamos nos daba el ancho a lo que cada uno necesitaba en ese momento, compañía, es lo que más me viene a la mente ahora.

Una vez me escribió que me extrañaba, no lo quise creer, traté de no darle importancia, "no es a ti" pensaba; de haberme dejado llevar le habría contestado "yo también, ahorita, ayer, mañana!! A tus ojos, a tu boca, tus manos, tu aliento, todo, todo de ti, a ti... te extraño mucho"... Estás mal, pensé, y me conformé con expresarle que yo igual.

En estos meses me sentí orgullosa de contenerme, de guardar lo nuestro al máximo, sólo un par de referencias aquí y allá, sólo aquellas ocasiones en que no podía disimular mi alegría por charlar con él, pero lo quería mantener mío, sólo para mi, aunque leyera de las mujeres que le ocupaban el pensamiento, de cada una que le provocaban más cosas que yo, yo era feliz, a medias!! Pero nunca me había acercado tanto a la completud.

Me enamoré de él porque es diferente, porque habla, escribe; porque pensé que era un hombre libre que se hacía cargo de sus deseos así como de sus obligaciones. Hasta que un día, decidió darme un poco de la honestidad que siempre presumí y para terminar, lo que sea que teníamos, me escribió "hasta aquí".

viernes, 25 de marzo de 2011

No hay peor sensación que la de haber dado un consejo o unas palabras de apoyo y que la persona te conteste con altanería con algún ademán que denote "que pendejada me estás diciendo" o peor, que ni siquiera te conteste.

Siento que esta situación la vivo cada vez más seguido, siento que a veces suelto palabras amables, de verdadero gusto y que la gente me contesta más a fuerzas que de ganas. Últimamente me siento cada vez con menor valor y aún así, cada día me sorprendo yo misma siendo tan miserable como me da la impresión que la gente es conmigo.

Me ha dado por molestar a quien puedo, me he sorprendido dando golpes bajos que en otra ocasión no daría. De repente me voy perdiendo el respeto. Todo ha cambiado.

Es sólo que, hay tantas cosas que me duelen, no sé cual atender primero, no sé ni siquiera si de verdad quiero hacer algo al respecto. Todos se están moviendo, es el momento en que la gente se va o se queda, no hay de otra.

domingo, 20 de marzo de 2011

Tal vez si te llamara antes de borrar tu número...

Tal vez si te visitara...

Si tan sólo, no tuviera tanto que perder.

sábado, 12 de marzo de 2011

Broke

La verdad es que cualquier cosa que pueda decir no solucionará nada. Hay algo que se rompió y que, aunque en un escenario fantasioso tal vez, si volviera ya no sería lo mismo. Es que hoy le odio, de verdad le tengo mucho rencor en estos días. Por qué no llamar? Por qué darme la razón en lo único que él estaba seguro me equivocaba? Por qué dejarme a medias, con ganas, con deseos, con la esperanza a flor de piel, con la firme idea en mi cabeza de que su presencia en mi vida, era lo que le daba sazón para hacerla más placentera? Por qué no podíamos dejarlo así, placentero...

Es que me aflora la neurosis. Me siento rota, lo estaba antes de él? Seguro llevo descosida más de la mitad de mi vida...

Al final, se han ido...
... cada hombre importante en mi vida, me ha abandonado.