Estos últimos 4 días han estado llenos de nuevas significaciones, sobretodo, de un nuevo entusiasmo por agradecer a algún ente divino las lecciones aprendidas que impulsan una nueva actitud respecto a la forma de llevarme por la vida.
Con amargura solía decir que la soledad va mucho más allá de no tener a una persona al lado, y es verdad, la diferencia ahora es que me he dado cuenta de que en realidad, nunca he estado sola. Hay gente que está ahí, siempre, y no es cliché que no esperen mucho de ti, su lealtad va más allá de un contrato porque sólo quieren hacerlo: estar a un paso de distancia cuando lo necesites.
Por fin entendí que es cuestión de escoger que tipo de persona quieres ser en la vida de los demás. Hay quienes pretenden hacer muchos por muchos y al final sólo se benefician de alguna u otra manera, ellos mismos. Existe un tipo de gente que piensa siempre por los demás y estos pensamientos siempre se confabulan en algo que, de nuevo, se puede tornar a su favor.
Hay personas que creen que "protegen" de la soledad a las personas, pero en realidad sólo buscan una sombra bajo cual cobijarse, porque temen a la soledad.
Mis personas favoritas son esas que aunque no las veas seguido, no tengan las mismas creencias, no tengan sentimientos recíprocos, te sonríen y no tienen otra pretensión más que contagiarte esa sonrisa.
El que quiere está ahí,
siempre.
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