domingo, 27 de mayo de 2012

Sing

"Llevamos tanto tiempo siendo amigas, y no tenía idea de cuánto te gusta cantar" Me dijo una amiga de hace años y no pude evitar sonreír.

La música me ha dado mucho más de lo que yo le habría podido aportar. La verdad es que no me imagino un día sin traer una canción en la mente, un momento de silencio que se rompa con el zapateo al ritmo de una melodía o simplemente tomar prestadas las letras de algún autor para expresar lo que yo no alcanzo a decir.

Cantar es mi momento más elevado, sin tener talento ni bonita voz, me siento "lo más" cuando canto, cuando puedo sostener una nota que quién sabe si exista, cuando puedo decir las frases de memoria cómo las canta el original. Te aseguro que en ese instante no me siento rota ni defectuosa, puedo cantar con todo el dolor y la imagen en mi mente de esa persona haciéndome un nudo en la garganta, pero al finalizar me siento feliz y satisfecha y de alguna forma me gusto, me caigo bien por haber hecho tremendo ridículo y no haberme reprimido en nada.

Anoche le canté a los hombres de mi vida, al que evitó que la flamita de la esperanza se extinguiera y por supuesto, al que me rompió el corazón con su indiferencia. Lo he mencionado antes, las canciones me han concedido la revancha, me han procurado el escenario perfecto en el que yo no sería la que se queda triste al final ni la que siente que se ha perdido algo que valía cualquier pena, también me han alcanzado los momentos más románticos y más nobles, cantar me acerca a esos momentos para los que las canciones fueron escritas, sean de amor, de decepción o simplemente para amenizar un momento con tonterías y reír a carcajadas.

Dice la canción: vivo por ella, la verdad es que vivimos gracias a ella.

No hay comentarios: